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El apagón eléctrico se deja notar en el campo: leves incidencias en agricultura y mayores en ganadería y oficinas agrarias

Martes, 29 de abril de 2025

- El apagón eléctrico que afectó a la Península Ibérica se saldó sin grandes daños materiales en el sector agrícola, gracias a la resiliencia de los cultivos. Sin embargo, la ganadería intensiva y los servicios administrativos asociados a la actividad agraria sufrieron más incidentes. El sector aún espera una evaluación económica del impacto, pero ya se plantea la necesidad de ampliar plazos para cumplir con trámites esenciales.

El campo español ha resistido con entereza el gran apagón eléctrico, pero no sin cicatrices. Mientras que la agricultura no ha registrado incidencias significativas gracias al carácter menos dependiente de la electricidad en muchas explotaciones. Las granjas de leche y las más tecnificadas, así como los servicios administrativos han padecido las consecuencias de forma más aguda.

Agricultura: resistencia natural ante la incertidumbre energética

En líneas generales, el apagón no ha supuesto un golpe crítico de forma directa para las explotaciones agrícolas. Los cultivos han soportado el parón sin grandes perjuicios, aunque en zonas como Valencia se notificaron problemas en sistemas de riego, ventilación en viveros y refrigeración de frutas y hortalizas, justo en un momento clave del calendario agronómico. Los retrasos en el riego, como ocurrió también en Zaragoza y León, podrían afectar a cultivos sensibles si se prolonga la situación.

Ganadería: el talón de Aquiles en las explotaciones de leche y más mecanizadas

El impacto más severo se ha concentrado en la ganadería intensiva, más dependiente de sistemas eléctricos para ordeño, ventilación, suministro de agua, pienso y refrigeración de la leche. En Galicia, se teme por las pérdidas de leche no refrigerada y posibles daños en robots de ordeño, sector en el que se han registrado situaciones dramáticas ante la imposibilidad de hacer el ordeño.

En León, aunque gran parte de la provincia recuperó el suministro a tiempo para las rutinas habituales, en comarcas del oeste la falta de electricidad se extendió hasta las 7:00 del día siguiente, lo que generó una situación crítica en granjas sin generadores. La única alternativa fue recurrir a equipos de emergencia —no siempre disponibles— para evitar la pérdida total de la producción.

También se registraron situaciones singulares como tractores con sistemas de guiado automático inoperativos, o cámaras de frío paralizadas, como en algunas explotaciones de espárrago verde en Guadalajara.

Servicios agrarios: gestión paralizada en pleno pico de tramitaciones

Uno de los efectos colaterales más preocupantes ha sido la paralización de la actividad administrativa. Oficinas agrarias de ASAJA sin conexión a Internet o teléfono han dejado en suspenso trámites clave como la PAC o la contratación de seguros agrarios. La situación ha generado inquietud en regiones como Castilla-La Mancha, donde esta semana terminaban plazos de ayudas importantes como la FOCAL, mientras que, en Extremadura y Toledo, muchos ganaderos no pudieron mover animales por la imposibilidad de emitir guías.

En este contexto, desde ASAJA se reclama una ampliación de los plazos oficiales para evitar que los productores se vean penalizados por causas ajenas a su voluntad.

A la espera de cuantificar daños

Aunque por ahora no se han realizado estimaciones económicas precisas desde ASAJA ya se trabaja en recabar información para valorar el alcance del apagón. Pérdidas de producción, alimentos desechados, alquiler de generadores de urgencia o interrupciones logísticas son algunos de los factores que podrían engrosar la factura final.


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