El delegado del Gobierno, Jesús Labrador, se ha reunido en Toledo con distintas administraciones y organizaciones agrarias para coordinar la contratación de temporeros que participarán en las campañas de recogida de aceituna y uva en Castilla-La Mancha.
Labrador ha explicado que el año pasado hubo 35.000 trabajadores en la aceituna y 56.000 en la vendimia, lo que significa que estos dos cultivos son de "una gran riqueza" para la región.
El delegado ha indicado que los contratantes tienen que transmitir a la Delegación la necesidad real de personal necesario para realizar la cosecha y que hay que estudiar las condiciones para que trabajadores extranjeros puedan realizar esta labor esta temporada.
Además, ha señalado que "los índices de desempleo son altos", por lo que se cree que "habrá una disminución en cuanto al número de trabajadores de nacionalidad distinta".
Al respecto, ASAJA de Castilla-La Mancha le ha pedido al Delegado rapidez y agilidad burocrática a la hora de gestionar las contrataciones de trabajadores rumanos para que no suponga una rémora para los agricultores.
Otro de los cometidos de esta reunión es "buscar alojamientos dignos" para los temporeros, para lo que Labrador ha apuntado que "son los empleadores los que tienen que poner los medios necesarios para que se desarrolle su actividad", y si el trabajador no puede volver a su residencia habitual "tienen la obligación de proporcional los medios necesarios para que desarrolle sus actividades".
Al respecto, ASAJA de Castilla-La Mancha incidió en que su empeño es que los empleadores cumplan la normativa pero, en algunas ocasiones se han denunciado los asentamientos ilegales, dejando en mal lugar al empresario agrícola que sólo está obligado a proporcionar alojamiento a los trabajadores, no a sus familiares.
Por ello, la Organización Agraria pidió a los sindicatos, también presentes en la reunión, que antes de hacer declaraciones investiguen si dichos asentamientos están provocados porque el agricultor no da el alojamiento o porque la mano de obra está acompañada de unos familiares con los que el empresario no tiene compromiso.