- La organización agraria apela a las Administraciones para que solucionen el problema de escasez de mano de obra, que ya no es coyuntural sino estructural, y lamenta que, ante esta situación, se corra el riesgo de que las cosechas se queden sin recoger.
- ASAJA aboga por permitir la contratación de los inmigrantes en situación irregular que viven en los pueblos.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Toledo demanda medidas urgentes para solventar el problema de escasez de mano de obra al que se enfrentan los agricultores cuando llegan las recolecciones y que, actualmente, están sufriendo los viticultores. En este sentido, la organización agraria defiende que se pueda contratar a aquellos inmigrantes irregulares que viven en los pueblos, dándoles así una oportunidad de ganarse la vida de manera digna y dificultando, al mismo tiempo, las actividades de mafias que se aprovechan de ellos utilizándolos, por ejemplo, en casos de usurpación de identidad, engaños que son muy difíciles de detectar por el empresario agrícola en la mayoría de los casos.
Por otro lado, ASAJA Toledo recoge el malestar y el hartazgo de los agricultores ante el acoso al que se les está sometiendo por parte de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, con inspecciones intimidatorias y con medios desproporcionados (se ha llegado incluso a utilizar helicópteros), y extralimitándose en sus funciones ya que exigen, aparte de la documentación propia de una inspección laboral, otra que nada tiene que ver como puede ser la de la maquinaria agrícola.
La organización agraria denuncia la incongruencia de las decisiones políticas que impiden contratar a los extranjeros sin papeles mientras que estos sí pueden estar empadronados, escolarizar a sus hijos y recibir atención sanitaria. En la otra cara de la moneda, desempleados del sector agrícola rechazan trabajar en el campo cuando se les ofrecen contratos con las condiciones salariales y laborales recogidas en el convenio del campo de la provincia de Toledo que se negocia y se firma con los sindicatos de trabajadores. El resultado es un grave problema de falta de mano de obra que pone en peligro la recolección de las cosechas agrícolas y que estas puedan echarse a perder, sobre todo en los casos de frutos perecederos como la uva, algo que les está ocurriendo a algunos viticultores.
ASAJA es consciente de que, como cualquier otro sector económico, el agrario ha de cumplir la legislación laboral vigente, pero también hay que exigir a los gobernantes soluciones eficaces a los problemas que puedan tener las distintas actividades. En el caso de la agraria, el de la falta de mano de obra ya no es un problema coyuntural, sino estructural, que se debe abordar desde la responsabilidad y el rigor.
ASAJA Toledo ha solicitado una reunión con la delegada del Gobierno para abordar este tema en la que se le pedirá que se adopten, con carácter urgente, medidas excepcionales, similares a las que se aprobaron durante la epidemia del COVID, para poder contratar a trabajadores residentes en los pueblos durante las campañas agrícolas.